martes, 13 de noviembre de 2012

Cronicas de un viaje AL Macchu Picchu



Lo que sigue es una recopilación de los relatos de Quique Pesoa sobre su viaje en moto al Macchu Picchu.
PONGANSE EL CASCO Y DISFRUTEN LA TRAVESIA

por QUIQUE PESOA



Hola gente. Aquí los motoqueros reportándose desde Tilcara. Oigan, no es poca cosa lo hecho hasta aquí. Vamos por partes dijo Jack. Para los que no lo saben, hace algunos meses pasó por casa a tomar unos mates el hijo de Alicia y Enrique Cataudella que son los dueños del Camping Los Quijotes en San Marcos Sierras. Nos conocemos desde hace muchos años. Diego, 31 años, cumplirá 32 el 29 de Abril, día del animaaaaalll, pleno viaje si la cosa sigue así. Bueno, decía, pasó Diego por casa y dijo que se iba al Macchu Picchu en moto. Dije yo que lo acompañaba. Pero si vos no tenés moto. La pido. Pero si en tu puta vida te subiste a una moto. Aprendo. Total que Luciano De Gatica, odontólogo de Luján, pcia de Buenos Aires, me prestó su Honda Magna 500 mod 85 con mas kilómetros que el Gato y el Mancha (a ver, goggleame o wikipediame Gato y Mancha). La fuí a buscar, rendí Moto 1 con el dueño y al día siguiente me largué por la ruta de Luján a Campana con los cuatro cilindros y los cuatro carburadores consumiendo mas combustible y energía que Fukushima. De ahí a Rosario. Apoliyada en casa de Pablito Azqueta y al día siguiente el tramo hasta Córdoba vía vieja ruta nueve. En Villa María me subí a la autopista y llegué a lo de Julio Villarroel con total felicidad.
Boludo uno. Queriendo meter la moto en el garaje de Julio, paff, pierdo el equilibrio, moto detenida y al piso con toda las de la ley. Las de la ley de la gravedad. Newton y la p... Una jovencita que por allí pasaba vió a dos viejos hechos bolsa tratando de levantar, infructuosamente, claro, una moto mas pesada que un Stenway cuarta cola. La niña ofreció su ayuda avergonzando profundamente a ambos sexagenários.
Día siguiente y con la compañía de Diego en su Kawasaki 250, relizamos la travesía desde Córdoba capital hasta San Marcos Sierras.
Boludo dos. Semáforo en La Falda, moto detenida... no se qué hice, paff, nuevamente al suelo con moto y todo. Gente que se arremolina alrededor mío, caído en el piso, preguntando quién me había atropellado, que había pasado, quién había sido el responsable... Yo, dije clarito, que soy un boludo bíblico. Al caerse la moto se rompe el parabrisas. Diego tiene el tino de recojer un pedazo que yo había abandonado por completo y que después sirvió para repararlo. 
Ya en casa, decido, a la luz de la opinión de un mecánico de Villa Giardino, de confianza de Diego, hacerle un cambio de aros a la vieja Magna. Allí comenzó un vía crúcis interminable. Les voy a ahorrar detalles. Los amigos del alma del viejo club Huracán, se pusieron inmediatamente a la búsqueda de algunas piezas verdaderamente inconseguibles. Tambíen lo hizo el propio dueño de la moto. Gracias a la insistencia de Diego, a una paciencia heredada de su padre y una tenacidad que viene de parte de madre, pudimos salir al fin el Jueves 14 de Abril, solo diez días después de lo planeado.
El viaje se decidió sin fecha de vuelta, lo que facilita enormemente el disfrute y la posibilidad de ir solucionando problemas sobre la marcha.
Primera etapa hasta Frías, Santiago del Estero. Hotelito Mediterraneo, 80 pesos la doble, atendido por un cotur que también tiene un almacén de ramos generales. El agua en el baño, en lugar de buscar la rejilla, iba directamente hacia el dormitorio, como si el piso de dicho baño hubiese estado construído por el negro Barrera. Para los no iniciados, constructor de San Marcos que nunca entendió que el agua no sabe trepar. Del colchón del dormitorio mejor no hablar. Cena dicharachera, jocunda, bien regada, whiskicito en el dormitorio, habano y disquisiciones varias sobre la inmortalidad del cangrejo. Gran ventaja, Diego no ronca, no le molesta el humo y no pide habanos. Impresionante compañero de viaje.
Segunda etapa hasta Rosario de la Frontera, en Salta pasando por el borde de San Miguel de Tucumán. Frío, nublado, abrigados.
Boludo tres. No se si esta es graciosa. Circunvalación de Tucumán. Diego adelante. Se le desprende la bolsa de dormir y al caer, se la traga la rueda trasera empujándola violentamente hacia el cuadro de la moto y frenando totalmente el giro de rueda a 80 kms por hora. Veo colear la moto, humareda producto del rozamiento de la goma con el pavimento. Solo la pericia del conductor evitó un desastre. Pasaban camiones gigantescos a una velocidad aterradora. Diego se detiene en la banquina, yo con un susto de aquellos, freno, voy a la banquina, piso inclinado, me detengo totalmente, a qué no saben lo que pasó?... si señores y señoras, se han ganado el renó Gordini de luxe, nuevamente pierdo el equilibrio y se produce el famoso boludo tres. Paff. Al piso con moto y todo. La dejo donde está, corro hacia Diego que estaba lo mas bien, lo mas bien cagado en las patas... Se acerca un motoquero y muy serio nos dice... qué están haciendo aquí? Era obvio que no estabamos armando un picnic. El tipo insiste mientras nos damos cuenta de que hordas de indocumentados se precipitaban por el terraplén en dirección nuestra. El tipo, ya lívido dice... desaparezcan inmediatamente, aquí te chorean todo, no te dejan nada, en el mejor de los casos lo que en la colimba tipificaban como AD. Por supuesto que corrimos hacia la Honda, gran esfuerzo para enderezarla, oraciones y plegarias para que no falle el arranque y pusimos piés en polvorosa o gomas en pavimento.
En Rosario de la Frontera, hotel lindo, mas caro. Estabamos en Salta. Empanadas, dijimos. Vino tinto Valmont, lo mejorcito que había en Las Tinajas. Brindamos por mi vieja, que amén de dejarme la guita como para hacer este viaje, le gustaba mucho ese vino.
Me clavé media docena de empanadas pensando en el Dr Jorge Genesir, experto en diabétes de la ciudad de Córdoba. A la mañana siguiente, 110 de glucémia, el diabético ejemplar, pense que a este paso voy a ser inmortal. Tengo que hacer algún desarreglo serio.
Tramo hasta Tilcara. Muchos problemas de temperatura y ruidos valvulares en la Magna. Tengo la impresión que la vieja no puede seguir con este viaje hasta Macchu Picchu. Veremos hoy, con Diego desarmaremos el radiador y revisaremos el sistema de enfriamiento. Está tan ruidosa la magna que estoy pensando en cargarle gas oil directamente. No importa, nada nos detendrá. Al Macchu Picchu llegaremos. Ya estamos lo suficientemente al Norte como para no abandonar este viaje. Creo que a la moto hay que hacerle el motor completo. Vale la pena, está muy linda y muy entera a pesar del boludo uno, dos y tres. Y los que seguirán. Invertiré esa plata ya que Luciano dijo, la moto es nuestra Quique, hacé con ella lo que mejor te parezca. No es emocionante?
Llegamos dificultosamente a Tilcara en busca de la casa de Carolina Pórfido. Notita. Había ido a buscar a sus tíos al aeropuerto de Jujúy, pasarían una semana con ella. Nosotros al hostel Colores. Bien hostel. Recontra hostel. Desensillamos, me saqué unas polainas hechas en la talabertería de Don Pesoa, con unos cueros regalados por.................Fijarse en las fotos, enseguida customizo todo lo que cáe en mis manos. Los mataperros de la moto tiene unos guardapiés de cuero que tambíén fueron hechos y diseñados en la talabartería de Don Pesoa. Queselevaser.
Aquí estamos. Ahora hay asadito en el hostel de la turca Mariem. Lo estamos pasando bien. En los hosteles no te aburrís como en los hoteles. Tomamos mates con una cubana casada con un sudafricano, mientras dos chicas trataban de hacerse entender por una londinense. Los porros van y vienen. No gracias. Por ahora.
Tilcara, dice Caro, es una cocolichada. Así la vemos, una mezcla de croterío con culorrotísmo de mucha guita. No me gusta. Tenía un mejor recuerdo de treinta años atrás. Bueno, pasa lo mismo con San Marcos Sierras. En fin. Hasta áquí vamos bien dijo el chancho y estaba en la puerta del horno.
Los mantengo informados.
El Peter Fonda del subdesarrollo.
abrazos con coca y bica.
uncle




Segundo Parte
Hola todos. Aquí, el Orson Welles de cabotaje o si quieren el Peter Fonda del subdesarrollo. Aún en Tilcara, sufriendo, tomando vinito salteño, comiendo tamales y sopa de maní, escabeche de llama y pororó de quinoa. En este pueblo cocoliche, al decir de Carolina Pórfido. Es cierto, una mezcla nada piola, me hace pensar en que estamos haciendo mierda todo a nuestro paso.
Paseando mucho, caminando mas. Ayer hubo asado internacional en el hostel donde estamos parando. Muy gracioso todos los esfuerzos que la gente realiza para comunicarse en idiomas que ni siquiera tienen raíces parecidas. Apareció una guitarra. Hice lo que pude como para no hacerlos quedar mal a todos ustedes. Conocí un músico jujeño, Nando Díaz, muy bueno, cantando, escribiendo, componiendo y armonizando. Llevo cd.
La Honda no ha muerto. Así no mas se los digo. Ayer desarmamos el radiador y quitamos el termostato. Este último era la razón básica para el recalentamiento. Lo probé tirándole un chorro de agua hirviendo y el tipo ni se mosqueó. Es decir, si no funciona, no abre el circuito refrigerante y todo se recontracalienta. Salí por esas rutas de la quebrada, hice un pique hasta Purmamarca y la temperatura estaba bien. Con lo que hemos decidido seguir nuestra aventura trepando el continente... faaaa... Mañana partimos rumbo a La Quiaca para después de un par de días, cruzar a Bolivia, Villazón. Todos, sin excepción, nos hablaron muy mal de La Quiaca. Así que llegaremos hasta allí y nos iremos a Yavi, pueblito que está a unos 16 kms.
Supongo que a la barra del club Huracán no le habrá pasado desapercibida, en las fotos anteriores, la camisa del Gral Custer que me regaló el zurdo y que creo luciré el resto del viaje. 
Ahora, van a ver una autofoto del motoquero mayor (por la edad, claro), donde se advierte una cierta deformación en el cachete izquierdo. De qué se trata? de un flemón? de una hinchazón producto de un golpe? de un buche de agua aún no expelido? o de un acullico de hojitas de coca dormidito allí? Ustedes verán. Con el tema de la altura venimos bien, ya que un par de días aquí, a 2500 mts sobre el mar, nos están haciendo acostumbrar bastante.
Hoy fuimos al Pucará. La verdad, no nos transmitió ninguna emoción. Piedras ordenadas simulando las viejas construcciones y nada mas. Lo siento si alguien sintió algo distinto en este sitio. Bajamos por los corrales de atrás y nos vinimos caminando orillando el río Huasamayo hasta entrar nuevamente al pueblo. Buena caminata, mejores paisajes. En alguna de las fotos aparece en la puerta de una de las casas, la gorra de Repsol Moto que regaló El Popy Ferrero. También van fotos del trayecto a la Garganta del Diablo, que hizo solo Diego con su moto, ya que yo no estoy en condiciones de aptitud de manejo como para encarar un ripio áspero.
Algo que resulta, si, muy impresionante es ver la gran cantidad de promesantes, me atrevo a decir miles, que están subiendo a las altas sierras, hasta un abra, Punta Corral, donde se encuentran todos para bajar en procesión el día Miércoles que viene. Ahora está directamente relacionado con la semana santa, la virgen y la religión católica, pero el rito es mucho mas antiguo que la iglesia de Pedro. Se veneraba, se venera a la pachamama. Verán alguna (o fue en el envío anterior?)foto dónde aparece una de las tantas agrupaciones de sikus que acompañan este viaje de 28 kms, a pié, por las sierras.
Maravilla de la talabartería de Don Pesoa es el cuerito de cabrito original Honda Japón que tapa el chijetazó de aire frío que entra por debajo del sufrido parabrisas. 
Que la Red de Contrabando de Cosas del Club Huracán, se prepare para importar los repuestos necesarios como para hacer el motor completo de la vieja y digna Magna Honda. Parece mentira, pero ya estamos tramando con Diego un viaje hasta Usuhaia. A ver si hacen que el dueño de esta maravilla se entere de todo esto.
Los mantengo informados. Les sigo contando cómo nos va. Eso, cómo nos va?... Cómo?, nos va?
Abrazos y besos a todos.
Peter, Orson, Uncle, Pá, Quique, Enrique, o le que fuere menester.


Último Parte: Lo que resta es un viaje como tantos

Hola todos. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. La vieja Magna nos abandonó en Humahuaca. La cosa vino así. Esta mañana y luego de la prueba de ayer, partimos desde Tilcara rumbo al Norte. Al llegar a Humahuaca, nos dimos cuenta de que estábamos forzando la situación. Aunque le sacamos el termostato, la vieja seguía tomando demasiada temperatura. Antes de fundirla, decidimos, sabiamente, volver a Tilcara. Luego de algunos cabildeos, dejaremos las motos aquí y seguiremos nuestro viaje a Macchu Picchu en bondi, tren o lo que fuere. Esta tarde a las siete, sale un ómnibus que nos llevará a La Quiaca para cruzar a Villazón y tomar el tren al salar de Uyuni. Diego podría haber seguido solo, pero eligió esta alternativa. Seguir el viaje juntos.
Tengo que confesarles que los dos mil kms realizados sobre la moto, me dejáron con ganas de mas y mas. Así que, aún no terminado este, ya estamos planeando los arreglos de motor necesarios como para enfrentar la próxima aventura.
Al menos, sigo demostrándome que, como dice Charlie Adamson, tengo la capacidad de fuego intacta. Creo que de eso se trata. Se siente un poco de frustración, pero la verdad es que haber hecho estos dos mil kms, no es poca cosa.
Van abrazos y besos Tilcareños. Seguiré enviandoles info a los que gusten
Uncle, pá, Orson, etc...
Primer parte de a pie
Sin caballo y en Montiel...
Me va costar escribir, no solo por los 3500 mts de altura de Villazón, sino porque aquí no son precisamente cultores del silencio. En este momento,en el cyber, están con la cumbia al recontramango y es bastante difícil concentrarse en cualquier cosa.
Llegamos anoche en bondi, bastante discreto, a La Quiaca. Residencial, bah residencial, un barcito con zapies de treinta mangos por bocha, minga de baño privado. No hacía el frío esperado e imaginado. Yo venía coqueando desde Rosario de la Frontera, tal el susto que se le tiene al sorojche o mal de altura.
Esta mañana caminamos hasta el puente fronterizo e hicimos migraciones. Nadie pidió la famosa vacuna contra la fiebre amarilla, es mas, ni siquiera figura en los carteles como exigencia para entrar a Bolivia. Se trata, digamos, de una frontera "blanda". Es decir, hacés los papeles si querés. Dijo Diego que afanarse un pibe, por ejemplo, es de una sencilléz asombrosa.
Recorrimos Villazón, yo andaba con ganas de comprarme algunas cosas, un reloj, una cámara digital, un par de zapatillas caté, etc. Nada de todo esto compañeros y compañeras... todo es trucho, basura, engaño, timo y epífisis (chascarrillo para los que estudiaron un poco de medicina). Diego quería comprarse un par de zapatos muy buenos, Timberland. Los tipos le dijeron cuatrocientos pesos, hicimos la cuenta y al cambio resultaba muy barato, solo doscientos y chirolas. Nones, ya te ven la jeta y te mandan el precio en pesos argentinos. Allí qedaron los Timberland.
En la frontera, hay un cartel muy serio que indica a los argentinos presentarse en el consulado boliviano. Allá fuimos. Consulado argentino. Dos cholas indiscutiblemente cholas atendiendo en un salón como de baile, sin mostrador, mesita y sillita en medio de la inmensidad. Una de ellas nos preguntó qué queríamos, nos miramos de hito en hito. Bueno, hay un cartel que dice que tenemos que presentarnos aquí... Ah,ese, no, no importa, es solo para advertiles que tengan cuidado con los amigos de lo ajeno. Yo pensé que era todo una joda y le exigí que tomara nuestros números de documentos y dejara asentada nuestra entrada a Bolivia. Bueh, si usted quiere... Nos fuimos pasmados.
En un rato sale el tren al salar de Uyuni. Conseguimos la mejor clase. Veremos de qué se trata.
Uy, paró la cumbia.
abrazos y besos para todos, especialmente para mi hija Mercedes que me mandó un mail que me hizo llorar un poquito.
Uncle, Pá, Orson, Peter Fonda a menos, etc.
No hay aquí muchas facilidades para enviar fotos, apenas pueda lo hago.a
Segundo de a pie

Algunas cosas sueltas. Si, justamente, hay algunas cosas sueltas en el interior del motor de la Magna. Pobrecita mi vida, pero ya se recuperará. Hay decenas de sammaritanos en la búsqueda del mejor sitio de Córdoba para hacerle el motor completo. Les dije que las motos quedaron en Tilcara. Bien. En el trazado del viaje original, volvíamos por Santa Cruz de la Sierra - Yacuíba, entrando a Salta por Salvador Mazza. Pues no. Ahora volveremos por Villazón - Tilcara a buscar las máquinas. Ya veré cómo envío la viejita a Córdoba.
Es decir, hasta ahora, no hubo prácticamente modificación alguna, puesto que desde el principio, las motos se subían al tren en Villazón y bajaban en Oruro, mientras nosotros nos apeabamos a mitad de camino, Uyuni, y nos reuníamos con ellas justamente mañana. Esta noche tomaremos el tren Uyuni - Oruro para llegar mañana a la mañana. Pero no nos apresuremos.
Había una miríada de mochileros de todo el mundo en el hall de la estación de Uyuni ese Miércoles 19. Había una guitarra y no me pude contener, se armó una peña, empezaron a acomodar los bancos cual boliche hasta que llegó un gendarme del tamaño del yeti y ordenó poner órden. Así se hizo. Una de las chicas del montón me dió la impresión que estaba completamente desnuda y solo envuelta con una telita minúscula... Me acerqué al gendarme y le pregunté si no era conveniente que viajase vestida... el yeti se cagó de la risa. Pero la siguió fichando con los ojos negros encendidos de lujuria.
El tren desde Villazón, ya de entrada me llenó de nostalgias. Diego dijo que era su primer viaje en tren. Catrán catrán... catrán catrán... Conseguimos en clase ejecutiva. Poltronas cómodas. Paisaje a la vista. Rompieron las pelotas con diecisiete video clips de gordos cantando para el culo todo sobre lo mucho que te amo, me amaste, te dejé, te fuiste y demases, mientras un locutor engolado destacaba el compromiso social del cantante (?). Las vías, pobrecitas, capítulo aparte. Nos fuimos con un par de argentinas al coche comedor (aqui, precisamente aquí, comienzan los detalles verdaderamente entusiasmantes de este viaje... lo de las motos pasa a un segundo plano). Tomábamos una cervecita en momentos en que el rolido y el cabeceo del vagón imitaban a la perfección a un buque en medio de una tormenta. Fue gracioso porque volaban platos, vasos, cervezas, mozos, turistas, etc. Cuando pasó todo, nadie dijo ni mú sobre lo que acababa de ocurrir. Esto y no el bamboleo me causó mucha gracia. Otro detalle, durante la cena, como supuesta música de fondo, se escuchaba el audio de la película Potter 7 que se estaba proyectando en los vagones!!!!! Largos silencios con pequeños ruiditos y de pronto la orquesta en un tutti que helaba la sangre. Me levanté, putié un poquito y todo se solucionó. Solo por unos minutos, hasta que pasa otro por ahí, toquetea los controles y todo vuelve a comenzar.
Doce de la noche, Uyuni. No hacía el frío esperado. Salimos y enfilamos directamente para el hotel Julia, justito enfrente de la estación (curiosamente estamos ahora en ese lugar enviando este mail y bajando algunas fotos de nuestra aventura en el salar).Habitación doble sin baño privado, 120 bolivianos (para que tengan una idea es, en pesos argentinos, algo mas de la mitad, ponele 70 pesos los dos). Baño y a dormir.
Mañana siguiente, recorremos unas pequeñas oficinitas que están una al lado de la otra ofreciendo servicios sumamente similares. Nos quedamos con Latitudes... faaaa, tené que vé lo que é la oficina! Casi todos tienen 4 x 4 Toyota mas o menos del 90 o 95. Tours de uno, dos y tres días. Tomamos el de tres días ya que la vuelta se producía hoy, Sábado y esto nos permitía tomar el tren a Oruro que sale esta medianoche.
Los tres días, all inclusive (suena como demasiado) 600 pesos bolivianos por persona. 400 argentinos, 100 dólares, está muy bien.
Partimos ese mismo día a las 10,30 rumbo al salar de Uyuni, acompañados por un suizo y tres alemanes que completaban la dotación de la 4 x 4. Seis turistas y el chofer. Los trrres alemanes se componían por madre y casalito de hijos. Casalito, bah, el pibe, 23 años era grande como la puerta de la catedral de Colonia. Lo madrugué diciéndole que tenía que viajar adelante porque los espacios muy cerrados no me caían muy bien... Me miró con cara de pocos amigos pero primó su educación germánica.
Antes de pasar por el salar, fuimos a conocer un cementerio de máquinas a vapor ya en desuso. Impresionante. Mónstruos muertos y medio carancheados en medio del desierto. Pregunté, al pedo, claro, porqué no utilizaban tanta chatarra inglesa y francesa producida con materia prima de calidad. Eso, pregunté al pedo. Pero insistentemente pensaba en lo chotos que fuimos al tragarnos el sapo de los déficits del estado, que había que terminar con FFCC, privatizarlos,cerrarlos, destruirlos, para que Techint, Amalita, La General Motors y, como decía mi viejo, la Standard Oil, hicieran su gigantesco negocio. 
A 25 kms, el salar. Qué decirles. 10.000 kms cuadrados de sal gruesa en algunos sitios tapados por una capa de agua de no mas de 20 cm. Espesor de la capa de sal: 10 mts. Parece que abajo hay un enorme yacimiento de Litio. Aún no explotado.
Enfila la camioneta hacia ese infinito blanco hasta que un puntito cual espejismo se perfila en el horizonte. Llegamos a él y visitamos el primer hotel de sal que se construyó. Parece que en el estado en el que se encuentra la sal allí, le da un enorme poder de compactación. Hace muchos años que lo construyeron y allí está, en medio de ese desierto en el que un hipertenso no duraría mas de diez segundos.
En el hotel, las mesas y las sillas son de sal, solo la comida no la tiene. Fue en ese momento en el que el filósofo sanmarqueño Diego sugirió que el próximo viaje en moto lo hagamos al Perú profundo, tomemos mucho ayahuasca, vendamos las motos a la mierda y nos quedemos por ahí haciendo trencitas bahianas.
Volvimos a Uyuni, compré un poco de vino, whisky y coca para mascar ya que estábamos a 3700 msm, no habíamos tenido ningún síntoma de Sorojchi, mal de altura o apunamiento, pero no se trataba de dejarlo venir. Pensando también que en parte del viaje que nos esperaba estaríamos rozando los 5000.
Aquí también hay uno de esos mercados como te los imaginás. Cholas debajo de impovisadas sombrillas, rodeadas de bolsas semiabiertas con desconocidas hortalizas, maíces de tamaños espectaculares, setecientas clases distintas de papas, habas como monedas gigantes. Justito me puse al lado de una chola con su cholito, que estaba comprando hojas de coca... La libra, 16 B. Diez mangos nuestros casi medio kilo!!! Yo venía coqueando desde Rosario de la Frontera, allí me habían afanado con el precio. Compré media libra y también vi que había tabletas de yisca a un peso boliviano. La yisca o lejía reemplaza con creces, dicen, al uso del bicarbonato. Esto que digo, para los iniciados no es ninguna sorpresa. Se hace el acuso o acullico con las hojas de coca, que es una especie de bola descansando en algún carrillo dentro de la boca. La saliva va sacando despacito el jugo de las hojas, De vez en vez se moja el dedo en bicarbonato y se lo pasa por la zona donde está el acuso. El bicarbonato potencia el efecto de la hoja. La yisca también pero es mas difícil de conseguir. Se usa solo un pequeñísimo pellizco.
El viaje se reinició rumbo al sur. Llegamos a hacer noche en un pequeño caserío, 4110 msn, Villa Alota. Dos habitaciones precarias, Cena, sopa de verduras. Pero esperen un cachito... que pedazo de sopa de verduras!!! Realmente notable. Todos comimos dos platos. Después pollo con ensalada y papas fritas. Algo de vino y cerveza. Los alemanes repiolas, a la vieja la tuve que sacar del agua un para de veces gracias a que había comprado Soroch pills (extraña combinación de lenguas) de efecto bastante rápido. Vale aclarar que este viejo conductor de radio, mascador de coca, llegó sin problemas a los 5000 msn.
Ayer, temprano, Valle de Rocas, Laguna Colorada (colorada de verdad, con flamencos rosados, nunca sabremos si el color del agua se debe al desteñimiento de los flamencos o estos tomaron el color de la laguna). Luego, siempre por la alta puna, montañas con nieves eternas, llamas y vicuñas, cielos azules para siempre, caminos apenas trazados, sin vegetación importante a la vista, solo unas pequeñas matas achaparradas y asiladas llamadas pajitas, llegamos a la zona de los géiseres (4850 mts snm). En realidad son fumarolas, ya que creo que los géiseres se caracterizan por lanzar de vez en vez, chorros poderosos de agua con vapor. Pues aquí hay una zona cribada de agujeros por los que sale vapor a presión con mucho ruido y produciendo un blup blup en un barro líquido color grisáceo por el que las yanquis pagan fortunas.
Admiramos esa maravilla y nos subimos a la chata para ir a un sitio, solo un poco mas abajo, donde podíamos tomar un baño de aguas termales. Así lo hicimos. Tuvimos que sortear la cresta de una sierra que estaba a 5000 mts según el altímetro de la Toyota. Sensación de agua demasiado caliente solo hasta que el cuerpo se acostumbra. Después, el comentario de Diego, che, y si nos quedamos aquí?
Próxima maravilla, la laguna verde. También verde de verdad. Mezcla de sulfato de cobre, como el que hechaba mi viejo en el tanque australiano del campo de mi niñéz, con algunos otros componentes minerales que le dan un color único. De allí a un caserío cuyo nombre sonaba a guadalajara pero era algo así como huayllajara. Vieron cuando uno dice ante algo que se reitera... otra vez sopa!
Bueno, pero en este caso quítenle lo peyorativo porque se trataba de una maravilla mas maravilla que la de la noche anterior. Se completó con una lasaña casera de la que se charló hasta que nos fuimos a dormir, esta vez en una sola habitación con seis camas.
Los alemanes y el suizo, este último hablando un correcto castellano, resultaron excelentes compañeros de viaje. De los tres germanys, era la hija la que hablaba bastante nuestro idioma ya que está viviendo en Sucre trabajando en una de las tantas ongs que ayudan a este país. Charlamos sobre el tema de las fronteras, no entienden que en cada país existen varios países distintos. Yo le pregunté al suizo si él, que habla alemán, tenía algo que ver con los suizos que hablan francés, o los que estando cerca de italia hablan una mezcla rara de musetta y de mimí. El estaba de acuerdo, pero a los alemanes les costaba separar las fronteras trazadas por unos políticos sentados frente a un mapa, de las verdaderas fronteras que son la cultura, la lengua, las costumbres. Una vasca que se había sumado a la charla, adhería vervientemente a esta posición. No es para menos. Lo hubiese hecho un catalán también.
Hoy, Sábado tempranito salimos a recorrer distintas lagunas y pasamos por el árbol de piedra. Almuerzo nuevamente en Alota y vuelta a Uyuni. Maravilla todo lo visto, comido, oído y sentido. Ahora tren a Oruro y después les cuento.
Voy a enviar fotos sin epígrafes, leyendo este mail creo que no les va a resultar difícil reconocer sitios. Si alguna foto carece de sentido, tírenla. Habrá mas.
Last but not list. List se escibe así? o es least? No se para qué me quiero hacer el polígloto!!!! Viste que los argentinos estamos comiendo un asado y hablamos de albóndigas o de un lugar donde se comen unas pastas de la puta madre? Bueno, aún estamos en este viaje y ya hablamos del que viene, con la moto en condiciones, etc. Arrrancamos con un plan para ir a Usuhaia, pero ya varió. Ahora la idea es salir de San Marcos rumbo a Mendoza, cruzar a Santiago de Chile y trepar por la costa subiendo hasta Lima. Creo que Diego lo quiere llamar La ruta del ceviche o algo así. Como este mail llega a mucha gente, nos gustaría armar un grupo de motoqueros dispuestos a hacer el viaje. Fecha a convenir. No sería impresionante un jevia así con cuarenta motos y ninguna flor?
Abrazos a todos. Lo estamos pasando de puta madre. Habrá mas noticias para este boletín.
Quique, pá, uncle, Peter, Orson, o lo que fuere menester.

Camino a Cusco

Hola chicos y chicas... aquí estoy escribiendo desde Cusco. Lo que van a leer a continuación fue escrito a mano en un isla maravillosa del Titicaca, anteayer. Me pareció mejor transcribirlo del papel para que lo lean ahora.

Hola todos. Esta vez no estoy escribiendo desde un cyber. Cómodamente sentado frente a una ventana que da a un cielo azul para siempre, a mas de 4000 msnm. Debajo del papel hay una manta primorosamente bordada con motivos incaicos. Miro el mar-lago que es el Titicaca. Una paloma posada en una rama parece querer componer la imágen. El silencio lo es todo ahora, no suena ninguna cumbia y nadie pregunta nada. Tampoco se escuchan las diferentes lenguas de los turistas europeos mientras saboreo este habanito ayudador.
Estoy en una casa de familia en la isla Amantani (googleame Amantani). Acabo de zamparme un par de platos de Inti-sopa, la bauticé así porque verdaderamente es de los dioses.
Salimos esta mañana tempranito en un viejo patachón de madera con un motor gasolero que sensibilizaría los corazones de mis amigos de Rosario que navegan con la Torama como si fuese el Queen Mary.
Partimos del puerto de Puno, ciudad muy grande que nos gustó mucho cuando llegamos ayer provenientes de Copacabana. Ya habíamos hecho migraciones para salir de Bolivia e ingresar al Perú en un pueblo llamado Yunguyo. En uno de mis primeros relatos hablé de boludo uno, dos y tres. Pues bien, ahora no se trata de caídas estúpidas con la moto detenida. Boludo cuatro: traje el pasaporte viejo y vencido en lugar del nuevo. Será de dió!!! Pero la suerte me sigue acompañando. En ninguna aduana o migración se dieron cuenta de nada. Sello y adelante.
Esta mañana , la navegación hacia la isla flotante de totoras fue muy tranquila. La isla, Uros, lleva el mismo nombre de la comunidad que la ocupa. En realidad se trata de un archipiélago flotante. Varias familias se juntan y mantienen el islote. Porqué mantienen? porque hay que ir superponiendo constantemente capas de totoras. Estas, forman una espesa mata de barro y raíces que sustenta a las totoras secas sobre ella. Unos gruesos palos plantados en el lecho cercano del lago, la inmovilizan. Es interesante saber que cuando las diez o quince familias que la habitan, tienen problemas con las familias del islote contiguo, levantan los palos y "mueven" la isla hacia otro sector.
Al no ser tierra firme, las totoras se degradan, lo que determina la vida útil de la isla en unos cincuenta o sesenta años. Luego construyen otra nueva. Muy vistosas son las embarcaciones que hacen con este vegetal. Realizamos un trayecto en una de ellas, nos dejaron remar un rato y Diego se animó a tirarse al agua que no tenía una temperatura precisamente agradable.
Mas navegación. Tres horas hasta esta isla donde estoy. Al desembarcar nos recibió un conjunto de señoras en trajes típicos y cada una se llévó a sus casas un grupo de tres o cuatro personas. Luci, jovencita y sonriente nos alojó a nosotros dos y a una pareja de franceses con quienes estuvimos hablando de Camembert, St Emilión, Crottin y foie gras...
Luci fue la que, con nuestra ayuda (tendrían que haberme visto pelando papas, yo, que en puta vida lo hice) preparó esa Inti-sopa que acompañó con queso casero y una riquísima variedad de papas que ellos mismos cosechan en la ladera aterrazada de la montaña.
Ahora, todos, incluido Diego que no se pierde una, fueron a escalar el cerro hasta no se qué ruinas preincaicas. Yo soy un hombre mayor así que me quedé escribiendo un rato a la vieja usanza, papel y birome.
Se está poniendo el sol y comienza a subir un frío que hiela los huesos. No estamos teniendo problemas con la altura, salvo la agitación que te produce moverte sin pensar en que debés hacerlo lentamente. Le dije a mi compañero que así como a los techos se les hace una prueba hidráulica, aquí deberían venir a realizar las pruebas coronarias. Los muertitos que vayan quedando a los costados del camino en la trepada, darán la pauta que no estaban nada bien, nada bien.
Me levanté a cerrar la ventana. La paloma rajó a su cucha sin importarle la composición de la imágen.
Dormiremos aquí. Mañana temprano visitamos otra isla, Taquile, luego vuelta a Puno, llegando 16 hs. A las nueve de la noche sale el bus a Cusco o Qosqo, como mas les guste, donde ya tenemos reserva en un hostelcito baratito a tres cuadras de la plaza de armas.
Me olvidé decirles que los Uros viven en esas islas de totoras porque allá, en la noche de los tiempos, sus ancestros lo decidieron así para ponerse a salvo de las persecuciones de los Incas que parece eran unos hijos de una gran puta de aquellos.
Murió Sábato. No perdimos mucho. Esta frase lapidaria la agregué en homenaje a Juan Carlos Alvarez Asenjo, que de haber vivido, la hubiese pronunciado.
Seguiré desde Cusco. Abrazos y besos mil per tutti.

Pá, uncle, Quique, Sol, Orson, Peter fracasado o lo que fuere menester.

PD. veran una foto que se llama aro iris. no es un error. es la primera vez en mi vida que veo un aro en lugar de un arco. puse la mano tapando el sol porque sino no se veia un soto.

PD 2: Vayan anotándose para el próximo viaje San Marcos - Mendoza - Santiago de Chile - Lima, por toda la costa incluyendo Arequipa y el cañón del Colca. Taría bueno armar patota. Se aceptan viejas Norton 500, Indian, Siambretta 125 y Pumitas. Cuando partimos con Diego desde San Marcos, vi un brillo extraño en los ojos de Enrique, su padre. Picó el bagre. Confirmado, se va a comprar una moto para acompañarnos en el siguiente viaje. A visto, culo veo culo quiero. Creo que lo que mas le entusiasma es concocer francesas e inglesas (como nosotros). A Diego, cada vez le entusiásman menos las ruinas, Bolivia, Perú y todo eso. Mira alemanas. Le dije que erramos el vizcachazo y deberíamos haber viajado en moto a Frankfurt.
Supongo que ya hay una troupe de mecánicos especializados en Córdoba seleccionados para hacerle el motor a la Honda Magna. Quizás el bagayero mayor de la barra del club Huracán de Rosario, traiga los repuestos que aquí no se consigan. Tambien espero que el hijo del dueño de la moto, le esté haciendo llegar estas líneas.
Otro si digo. Tengo la cucusa destruída. Estoy harto de pegarle a todos los dinteles de las puertas desde Tilacara hacia el Norte.
Pero la p...

Hasta aquí lo escrito en la isla. Ahora estamos en un cyber de Cusco. Hermosísima ciudad. Llegamos esta mañana, nos alojamos, nos bañamos (hacía doscientos años que no se producía tal hecho), dormimos, comimos unas truchas y algo de seviche con un poco de cerveza negra. Viven mal los tipos? Van algunas fotos que irán ubicando en cada parte del relato. Saludos. Pórtense bien y déjen de putear porque se terminó el Desconcierto. Vendrán nuevos desafíos.
Quique.

¿Último? parte
Hola todos. Bien, esto comenzó a terminarse. Como decía el padre de Yupanqui, voy a dentrar a salir. Estoy en Tilcara, en casa de Carolina Pórfido, mina impresionante, amiga de algunas de mis tantas hijas. Este vendría a ser el anteultimo parte, ya que el last but not least lo enviaré desde mi casita. El viaje La Paz Potosí, fue agradable y sin sobresaltos. Buen ómnibus, comodito, tres filas, frazadita y a dormir. En Potosí busqué metal plata infructuosamente. Pero cómo, me decía, no era que de aquí sigue saliendo un chorro de plata del Orko Sumaj (mal traducido como cerro rico, en realidad sumaj es lindo, pero como por la plata baila el mono, así lo traducen). La cosa es que tenía la fantasía de comprarles a las chicas algunas artesanías de plata y un poco de chapa del mesmo metal, saben que por ahí me gusta encabar algun cuchillo con asta de ciervo e insertarle letritas de plata pulida. Bueno, nada, vaya a buscar plata y artesanías a La Paz porque aquí no queda nada. Caminamos mucho. Fuimos a ver la iglesia de San Francisco, nos guió una minita piola, vimos las catacumbas donde sin cajón y sin nada, depositaban los cadáveres de los curas que se iban muriendo, sentaditos apoyados contra las paredes de piedra. Allí están, a la vista. Subimos al campanario y disfrutamos de la vista de toda la ciudad con el Orko Sumaj todo nevado. Luego visitamos la Casa de la Moneda y su museo. Allí me enteré que los primeros patacones del Río de la Plata fueron acuñados en esa casa. Guardan máquinas y cuños de aquellos años. Un espectacular salón gigantesco todavía conserva las viejas laminadoras hechas en madera y traídas desde Austria en barco y luego a lomo de mula. Estas máquinas están movidas por malacates que están en el piso de abajo, con cuatro mulas cada uno. Aquí aparece un dato que confirma que San Marcos Sierras fue en un principio, un monstruoso muladar desde donde salían estos bichos amansados hacia el Virreynato y hacia el Alto Perú. El guía dijo que las mulas venían desde el noroeste de la provincia de Córdoba en Argentina. Hay en el museo una representación de una de las "cocinas", con crisoles y herramientas originales, donde a fragua se fabricaban lingotes de unos tres cm de espesor que luego pasaban por las laminadoras que reducían estos cm a un milímetro y medio. Lindo museo y bien conservado.
Hicimos los arreglos con una guía para visitar los socavones de una mina de estaño, cobre, plata, etc. El cerro está perforado como un queso. Imagínense siendo explotado y expoliado durante quinientos años y aún sigue produciendo metales. Hay una mina explotada ininterrumpidamente durante todos esos años. Cuando le hice un par de preguntas a la guía sobre la naturaleza del tour, decidí que no iba a incurrir en el boludo cinco. No fui. Una cosa es tratar de controlar y superar la claustrofobia y otra muy distinta es meterse de cabeza en socavones que tienen cincuenta cm de alto en los que tenés que andar reptando. No señor. Fue Diego solito, trajo fotos, contó todo con detalles y a otra cosa mariposa. En ese mientrastanto me dediqué a caminar por la ciudad, me incorporé, de puro militante de alguna causa, a una protesta frente a la casa de gobierno con el fin de que se dejen de joder con los amagues de penalización de la hoja de coca. Carteles con la leyenda La hoja de coca no es droga, en manos de cocaleros que producen y venden como minoristas. Creo que aparecí en tv porque yo estaba parado justo detrás del principal orador a quien había entrevistado minutos antes, chapeando periodista argentino, que me había puesto en autos de toda la cuestión. Es absurdo plantear la erradicación de las plantaciones cuando se trata de una costumbre ancestral. Pero, EEUU presiona con todo al gobierno Boliviano, mientras el gigantesco país del Norte, sigue haciendo negocios con el narcotráfico y el consumo.
El viaje Potosí Villazón fue de terror. Omnibus peor que común. Sin calefa, sin frazadas, sin baño, chijetazos de frío entraban raudos por ventanillas que se abrían solas con el traqueteo de caminos casi intransitables. En fin, como dije, de terror. Solo el amanecer y la proximidad de la llegada te dan ánimo para pensar en algo lindo. Apenitas arribados deambulamos, seis de la matina, por un pueblo fantasma en busca de algo parecido a un bar. Dimos con el horario de apertura de un mercado donde los laburantes estaban desayunando y nos zampamos un café con leche resucitador y unas tortas fritas calentitas salvadoras de almas. Repuestos, iniciamos los trámites de migración. Debo decirles que mi pasaporte vencido, por una cosa o por otra, sorteó todas las aduanas y las migraciones y aún está conmigo. Recién al fnal del recorrido, al salir de Bolivia, un empleado se dió cuenta y comenzó a plantear algunas cuestiones. Yo, con mi mejor cara, le dije que se fijase bien porque el error había sido de ellos ya que tenía el sello de entrada. Consultas y me lo devolvieron sin sellar y me dijeron que pasara no mas. Je. Para evitarse algunos quilombos, no? Lo mismo en la entrada a Argentina, me adelanté y conté lo que había pasado. Otra vez el oficial puso cara de, mejor no nos metamos en líos, no se lo sello y pase tranquilo señor. Je. Aquí estoy, en Tilcara con mi viejo pasaporte vencido. Je. Me tachan el boludo cuatro?
Mañana a la mañanita, Lunes, salimos con las dos motos rumbo a Jujuy para despachar la Magna a Rosario via La Sevillanita. Diego sigue solo a conocer Salta y de paso, ver el mar, como decía el Cuchi Leguizamón. Yo me estoy tomando un Flecha Bus que me dejará en la terminal de Córdoba el Martes a las siete de la matina. De ahí a casa. Besos a todos. Escribiré la última cartita, ya sin fotos, cuando llegue.
Quique, uncle, pá, el loco, o lo que cuadre en cada caso. 


Último (ahora sí) parte


Hola todos. Bueno, heme aquí, en la paz del hogar luego de las correrías bolivianas y peruanas. Este va sin fotos ya que no hay nada digno de mostrarse. En Tilcara la vieja Honda arrancó sin problemas después de un mes de estar quietita y cubierta por un plástico. Descansamos allí un par de días gracias a la hospitalidad de Carolina Pórfido y sus amigas secuaces. Diego aprovechó y fue a Purmamarca a conocer un poco y ver el cerro de los siete colores. El Lunes temprano, nos tiramos el lance de hacer, en las motos, el camino hasta Jujuy, son 85 kms. La magna se comportó magnaficamente. Claro, todo el camino en bajada y sin mayores esfuerzos. La pobre no está fundida pero no tiene nada de fuerza, cuando la tiene que hacer, recalienta. Llegamos a Jujuy y la envié a Rosario vía Transportes La Sevillanita. Allí descansará en el taller de los Olivera, amigos del Chino Gutierrez hasta que yo vaya y la lleve a lo del mecánico elegido. Luego del despacho, Diego rumbeó para Salta, a ver el mar, y conocer, de paso, Cafayate. Luego dijo que vendría para San Marcos.
Pocas apreciaciones de tipo general. Cualquier viaje vale la pena. Siempre y cuando uno esté con la disposición de ánimo de ponerle buena jeta a lo que vaya viniendo. Caminamos mucho y trepamos mas. Si es como dice el Dr Genesir que caminar hace bien, seré inmortal. Nos impresiona mas la vida, la gente, los mercados que las ruinas disfrazadas para el turismo. Bolivia, con mala prensa, es un destino turístico formidable ahora. Mas adelante se arruinará como todo lo que tocamos. Los yanquis son insoportables. Los israelíes se lo pasan hablando todo el tiempo, nunca sabremos qué dicen, pero el silencio no es su fuerte. A los bolivianos hay que repetirles tres veces las cosas. Tampoco sabremos jamás si no entienden o se hacen los boludos. Los peruanos tienen mejor armado el circo para el turismo. De cualquier manera me gustan mas los bolivianos, parecen menos taimados y mas sinceros. En ambos países evitar comprar electrónicos, darle a la ropa y las comidas. Las mejores sopas andan por ahí. Fundamental el compañero de viaje. Diego es excelente. Es cierto que nos queremos desde que él era muy chiquito. De cualquier manera creo que en este grupo de dos, el choto fui yo. El bancó todo. Tiene una caracterísitica que puede ser piola o desastrosa. Es competitivo al máximo y no le gusta perder ni a la bolita. A ver, si alguien tiene esas particularidades y es poco inteligente, se transforma en un necio insoportable. Ahora, si a esas señas se le suma la inteligencia y la astucia, entonces todo es positivo y aparece un tipo con iniciativa y talento como para resolver cualquier situación, es decir, un tipo eficiente. Ese es Diego. Hay que tener en cuenta que yo, a mis sesenta, no estoy con ganas de competir en nada. Entonces todo fue perfecto. El hecho de subirme a una moto por primera vez en mi vida, determinó que quiero seguir buscando cosas que me hagan feliz y que la vejez verdadera, aún no ha tocado a mi puerta.
Gracias por seguir todos estos relatos. También me ayudan a aprender a escribir un poco.
abrazos para todos.
Uncle, pá, motoquero, viñatero, Orson, Peter, o lo que cuadre.



LA MALA REPUTACION
                                                                  QUIQUE PESOA



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